Precios Mayoristas Para Kioscos
Los precios minoristas son relevados desde hace muchos años por el INDEC que es la Dirección General de Estadística y Censos, tiene como fin llevar las estadísticas de las modificaciones de los precios y de la evolución de la inflación o la deflación. Hay empresas privadas que se dedican a hacer estos relevamientos investigando en los negocios minoristas y estas mediciones se hacen semanalmente, se envían personas para que releven y comparen los precios segmentando entre barrios, calidad de los productos, primeras marcas, tipo de supermercado etc.
El objetivo de la medición del los precios minoristas es tomar en la canasta básica de 100 artículos de consumo necesario la variación de los precios, los relevamientos se realizan en 83 tipos de comercios seleccionados al azar, que pertenezcan a barrios y zonas de los distintos estratos sociales entre las fechas 1ero y 30 de cada mes.
La canasta se mide en función de los hábitos de consumo de las personas y se tiene en cuenta además las necesidades alimenticias, cantidad de calorías, y proteínas que necesita una familia tipo para poder sobrevivir.
El problema que tiene Argentina hoy y desde siempre es que fue un país con inflación fluctuante y latente, los precios minoristas así lo reflejan ya que el ama de casa ve cómo va repercutiendo en su bolsillo. El termómetro del consumo son los alimentos. La compra del supermercado va disminuyendo mes a mes debido al cambio de los precios.
Hay una mirada hacia el dólar de manera permanente que hace que el comerciante que ya ha padecido distintos modelos económicos que le hicieron perder, por las dudas remarque los precios. Esto se hace de manera libre, pero dentro de un contexto general, si sube la yerba, todos suben la yerba, si no hay un control iremos a buscar precio recorriendo locales hasta encontrar el precio que nos parezca más justo.
En una economía libre en donde no hay un control del estado, podemos encontrar dentro de la misma marca un precio minorista distinto según el barrio o localidad. El ama de casa común puede hacer dos cosas frente al precio, dejar de consumir, o recorrer distintos lugares hasta encontrar el precio más económico que se ajuste a su bolsillo. Por parte del INDEC no hay comunicados oficiales que digan a cuanto debería venderse la yerba, tampoco frenan el aumento, tan solo se manejan diciendo que la inflación es menor a la realidad. Las encuestadoras de mercado que realizan el trabajo en paralelo siempre tienen diferencias importantes no solo en números sino en resultados.
El precio minorista debe siempre sacar su ganancia frente al mayorista, se supone que en la cadena de intercambio el comercio minorista es el penúltimo eslabón de la cadena, el consumidor final además deberá pagar el impuesto de valor agregado IVA que rondará el 23%.
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Yerba Por Mayor
En el intercambio comercial, todos quieren ganar, el comerciante pequeño no puede negociar solo y competir con los supermercados, bien es sabido que ellos los precios los manejan comprando en lotes y así a un comerciante minorista no se le da la misma posibilidad cuando tiene que poner el precio de venta al público.
El fuerte incremento del precio de la yerba es hoy lo que más preocupa a la población.
Es uno de los productos de mayor consumo en toda la Argentina y en todos los niveles sociales, los productores dicen que es responsabilidad del Estado frenar estos precios y le echan la culpa a los supermercados en el aumento de los precios. La tarifa de venta al público no puede superar los $18 en las marcas que más se venden y son líderes, y se recomendó al consumidor no consumir hasta que el precio se equilibre. No fueron los productores los que subieron los precios, sino las cadenas de comercialización. Estas incrementaron los precios para que su margen de ganancia fuera mayor ya que en un kilo de yerba la proporción es de 250 gramos.
Esto se divide así, en un kilo de yerba, el estado se queda con 250 gramos en impuestos, 250 grs. se queda la industria, 250 gramos se los queda el sistema de comercialización, y el resto de los 250 gramos se lo reparten entre los productores, los secadores, los obreros, y los intermediarios. Por lo tanto los productores de yerba apuntan al comercio que deliberadamente subió el precio en un 100% solo para ganar más.
En este caso el precio minorista no es el precio justo que esperaba la gente que consume yerba, ya que el valor se disparó más que si hubiera un índice alto de inflación. Por lo tanto los precios minoristas deberían ser regulados por el INDEC y el Estado debería intervenir en el mercado frente a este tipo de situaciones.