Hoy sobreviven algunas empresas que hacer la elaboración de galletitas artesanales para compartir con la familia, estas galletitas se hacen con las mejores materias primas, se fabrican para los paladares más exigentes y además no son hechas con productos industriales. Se venden al por mayor y son un poco más caras que las que se consiguen en los supermercados ya que no usan conservantes ni grasa hidrogenada. Comparadas con las otras que son más populares y se venden a granel tienen más beneficios, y sobre todo para la salud de los niños. La gran diferencia es que utilizan en su fabricación productos más naturales en los sabores comunes de vainilla, chocolate y vainilla.

Las galletitas al por mayor vienen bien cerradas para evitar la humedad si se deben cuidar en las latas.

También se pueden compra en grandes paquetes, por eso se envasan bien cerradas para luego ser vendidas por kilo o menos en los comercios de galletitas, tienen la ventaja que además de ser más económicas se puede armar un kilo de variedad de galletitas. Estas costumbres de comprar a granel comenzaron luego de la caída del 2001, podemos decir que se volvieron a revalorizar ciertas costumbres perdidas en donde las familias o grupos hacían sus compras al por mayor para abaratar costos.

Las personas que han vivido lo que es el almacén del barrio saben bien lo que es comprar fraccionado, hoy lamentablemente este tipo de costumbres solo existen en algún pueblo del interior o en zonas más bien alejadas del centro. Para el almacenero comprar y fraccionar le deja más ganancia que comprar las galletas ya envasadas y revenderlas, sin lugar a duda también el trabajo de que las galletitas no se partan, no tomen gusto a humedad y estén en buen estado de conservación general.

¿Qué podemos decir de las galletitas hoy?

Hay una gran cantidad de marcas, de gustos y colores, porque no solo de sabor se trata sino de las formas y de los dulces con las cuales se les decora. Hay con formitas, hay saladas con y sin sal, galletas para celiacos, galletas de chocolate, galletas como las Frutigran que son más naturales que las demás, las que vienen con pasas de uva, con sésamo , las de frutilla son las más requeridas por los niños de la casa, también las de chocolate. Ellos igual no saben de grasas, ni calorías, solo quieren las galletitas, y no importa tanto si son alimento o no. De las saladas se puede decir que están las cuadradas tipo Express, que son para untar con mermelada, manteca y queso.

Los precios de las galletitas hoy no son económicas a no ser que se compren marcas alternativas.

Marcas que se consiguen en algún supermercado de provincia que además están hechas en fábricas familiares de la misma manera que hace años. Otras marcas serán las de las multinacionales como Kcraft, que es una industria mundial en donde se fabrican marcas de renombre que los chicos recuerdan por las publicidades como ser Terrabusi, Pepitos, Oreo, Express, Cerealitas y Club Social. Todos hemos consumido de estas galletitas ya que es una de las plantas más grandes de fabricación que además exportan hacia el exterior. La fábrica está ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires.

Pero no solo se fabrican galletitas sino también golosinas, además de la fábrica de General Pacheco hay plantas en Victoria, Tres Arroyos y en Villa Mercedes. Fabrican más o menos 450 productos distintos y los países que consumen de estas plantas son los países del Mercosur menos Brasil.

Los precios no pueden competir con las galletitas al por mayor ya que estamos hablando de precios más caros en relación a las fábricas pequeñas que son emprendimientos mucho más chicos. Como alimento las galletitas no son necesarias en ninguna dieta, más bien que acompañan a la hora del desayuno, el té o cuando se toma mate. Es una simple costumbre pero tienen más calorías que beneficios y en una dieta baja en calorías se suprimen a no ser que sean sin sal y dietéticas.